Pocas piezas tienen la capacidad de transformar un espacio como una bañera exenta de piedra natural. Las bañeras de Salvatori, firma toscana referente en diseño contemporáneo, lo consiguen porque no se presentan como simples elementos funcionales: son esculturas habitables. Cada pieza nace del diálogo entre artesanía, diseño y la fuerza atemporal de la piedra, de forma que cada baño se convierte en una inmersión en una obra de arte.
Su carácter se encuentra en la nobleza de los materiales: mármol, caliza y otras piedras seleccionadas por sus vetas, texturas y resistencia. Esa materia, transformada en formas puras, ofrece una experiencia de baño íntima, envolvente y profundamente sensorial.
Lejos de ser un accesorio secundario, las bañeras de Salvatori se conciben como piezas protagonistas.
Modelos que encarnan el carácter de Salvatori
- Anima (diseño de Yabu Pushelberg): curvas suaves que evocan la plasticidad de la arcilla aplicada al mármol. Una bañera fluida y sensorial.
- Balnea (de Elisa Ossino): versiones oval y redonda, talladas a partir de un único bloque. El contraste entre masa pétrea y ligereza visual es su gran fuerza.
- Oyster: bañera completamente revestida en piedra, flexible en acabados y adaptable incluso a espacios compactos.
- Ishiburo (con Kengo Kuma): líneas rectangulares que permiten su colocación central o adyacente al muro, siempre imponente.
- The Small Hours (de Patricia Urquiola): un círculo perfecto en mármol que evoca la intimidad del instante previo al amanecer.
Cada modelo expresa una forma distinta de entender la relación entre cuerpo, los materiales y el espacio.
Esculpidas por el tiempo
Lo que hace únicas a estas bañeras es que su diseño permite que la piedra hable por sí misma y nos muestre las vetas, formadas en largos periodos geológicos.
Además de su belleza monumental, la piedra ofrece ventajas prácticas: mantiene el calor durante más tiempo, es extremadamente resistente y convierte el baño en un lugar de permanencia, no de paso.
Cómo integrar una bañera Salvatori en el diseño de interiores
Integrar una bañera Salvatori en un proyecto de interiorismo exige tratarla como lo que es: una escultura funcional. Estas piezas no se comportan como elementos secundarios, sino que protagonizan con decisión el espacio que ocupan. Si diseñamos en torno a ellas, les damos aire, amplitud y presencia, podremos disfrutar y apreciar sus formas al máximo.
La iluminación suave y estratégica es clave para resaltar la textura de la piedra y sus vetas. A través del uso de la luz, natural o artificial, conseguiremos el impacto que buscamos para nuestro baño.
Si además las rodeamos de materiales como maderas naturales, metales oscuros o acabados en vidrio mate, y cuidamos la escala para que el espacio no se vea saturado, lograremos que nuestro baño se convierta en el escenario perfecto para una pieza como esta.
Por qué elegir una bañera Salvatori
- Exclusividad: cada pieza es única, tallada en un bloque de piedra natural.
- Durabilidad: con el mantenimiento adecuado, ¡estas bañeras pueden durar generaciones!
- Experiencia sensorial: bañarse se transforma en un ritual de contemplación y calma.
- Diseño y arte: colaboraciones con nombres como Patricia Urquiola, Kengo Kuma o Elisa Ossino convierten estas bañeras en iconos del diseño contemporáneo.
Optar por una bañera de Salvatori va más allá de una elección estética: es apostar por una experiencia atemporal, en la que la piedra se convierte en testigo de los momentos más íntimos.
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